miércoles, 23 de octubre de 2013

Lectura Octubre 3º eso

'BRITISH JOURNAL OF SPORTS MEDICINE'

El ejercicio de moderado a vigoroso incrementa el rendimiento académico de los adolescentes

Niños Fútbol Fundación Marceta
MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
   Practicar ejercicio entre moderado y vigoroso mejora el rendimiento académico de los adolescentes, en particular, el de las niñas en materias relacionadas con la ciencia, según revela una investigación publicada en la edición digital de la revista 'British Journal of Sports Medicine'. Las mejoras se mantuvieron a largo plazo, con los resultados apuntando a un efecto dosis-respuesta, es decir, que cuando se practicó un ejercicio más intenso, mayor fue el impacto en los resultados de las pruebas.
   Si es confirmado por investigación adicional, esto podría tener implicaciones para la salud pública y las políticas de educación, dicen los autores. Estos expertos basaron sus hallazgos en una muestra representativa de casi 5.000 niños que eran parte de un estudio de niños de los años 90, conocido como 'Estudio Avon Longitudinal de Padres e Hijos (ALSPAC)', en el que se realizó un seguimiento de la salud a largo plazo de alrededor de 14.000 niños nacidos en Reino Unido entre 1991 y 1992 en el suroeste de Inglaterra.
   La duración y la intensidad de los niveles de actividad física diaria de los niños fueron medidas por periodos de entre tres y siete días, cuando tenían 11 años de edad, utilizando un dispositivo llamado acelerómetro, que mostró que el número medio diario de minutos de ejercicio moderado a vigoroso en los niños de 11 años era de 29 para los varones y 18 para las niñas, mucho menos que los 60 minutos recomendados.
   Posteriormente, se evaluó el rendimiento académico de los niños en inglés, matemáticas y ciencias formalmente con pruebas nacionales obligatorias a las edades de 11, 13 y 15/16 años. Se ajustaron los resultados teniendo en cuenta los factores que pueden influir en el logro académico, como el peso al nacer, la edad de la madre en el parto, la ingesta de pescado azul y el tabaquismo durante el embarazo, si el niño había llegado a la pubertad, el peso actual y los factores socioeconómicos.
   El análisis mostró que a la edad de 11 años, un mejor rendimiento académico en los tres temas se relacionó con la cantidad de actividad física de moderada a vigorosa realizada y que la actividad física beneficia, particularmente, el rendimiento de las niñas en la ciencia. El rendimiento académico a la edad de 13 años se relacionó de forma similar con la cantidad moderada de ejercicio vigoroso que los alumnos habían tenido a los 11 años .
   A la edad de 15/16, los resultados de los exámenes también mostraron un vínculo con la práctica de ejercicio, con un incremento en el rendimiento por cada 17 minutos adicionales al día (niños) y 12 minutos/día (mujeres) de ejercicio más intenso que a los 11 años. Igualmente, hubo mejores resultados en ciencia para las niñas.

Lectura octubre 1º bachilerato

¿Es aconsejable entrenar los abdominales todos los días?


Comenta esta noticia exponiendo tus experiencias con el entrenamiento de los abdominales (haces algo de los aquí expuesto, nunca los entrenas, desconocías la información,...)
Noticia extraída de www.foroatletismo.com

Ciertamente, los ejercicios abdominales son de los que más quebraderos de cabeza te pueden traer durante el entrenamiento. La pared abdominal es un punto muy importante en el cuerpo y la mayor parte de ejercicios de acondicionamiento físico concentran parte de su fuerza en estos músculos.
Además, existen multitud de trabajos científicos acerca de cuáles son los mejores métodos para su fortalecimiento, las angulaciones ideales para su crecimiento, los ejercicios más aconsejables para fortalecer oblícuos, recto abdominal y transverso del abdomen, si es mejor realizarlos antes del entrenamiento o al finalizarlo, etc.
La obsesión por marcar totalmente el abdomen y lucir un vientre plano y tonificado puede hacer que tengas la necesidad de entrenarlos todos los días, y esa es la pregunta que queremos responder en el presente artículo.

¿SE PUEDEN ENTRENAR TODOS LOS DÍAS?

Los músculos abdominales no son diferentes a los demás músculos del cuerpo, y su continua tonificación puede sobreentrenarlos, llegando a dar resultados totalmente opuestos a los que pretendes. Sin embargo, sí es cierto que los músculos abdominales son de los más resistentes del cuerpo humano y es muy difícil sobreentrenarlos, además, su poder de recuperación es mayor que el de cualquier otro músculo ya que esta zona posee un alto riego sanguíneo y muchas fibras musculares, aunque la recuperación no es, para nada, inmediata.
De cualquier modo, como ocurre con cualquier músculo, se pueden fatigar y sufrir procesos de catabolismo muscular. Por esta razón, para evitar ese sobreentrenamiento no es nada aconsejable trabajarlos todos los días. Deja, al menos, un día entre cada sesión de entrenamiento abdominal, 24 horas será un tiempo más que suficiente para realizar un nuevo entrenamiento de abdominales a pleno rendimiento.
Según este cálculo, lo ideal sería entrenarlos unas 3 – 4 veces a la semana, alternando un día de entrenamiento con otro de descanso para mantener los músculos descansados. No te obsesiones, los abdominales no iban a ser menos, su descanso también es necesario si quieres afrontar mejor las posteriores rutinas. Ten en cuenta que un músculo descansado rendirá mejor y crecerá con mayor prontitud.

¿SE ADELGAZA HACIENDO ABDOMINALES TODOS LOS DÍAS?

Hacer abdominales todos los días no adelgazará tu barriga ni te hará poseer un vientre plano. No puedes reducir grasa en esa zona tan bien localizada solo haciendo abdominales, así que combina el ejercicio cardiovascular con ejercicios de fuerza para conseguir perder la grasa corporal general de tu cuerpo, apoyándote con un plan nutricional adecuado.
Los ejercicios de abdominales fortalecen y tonifican tus músculos abdominales pero no te harán perder esa grasa visceral, de manera que ¡no pienses que por mucho hacer abdominales vas a adelgazar y a perder barriga! El tejido magro te ayudará a mantener alto tu metabolismo para que tu organismo queme grasa de forma más eficiente. No olvides combinar ejercicios de pesas libres con un entrenamiento de resistencia unas tres veces por semana para reducir ese peso graso en tu cuerpo.

CÓMO ENTRENAR LOS ABDOMINALES

El objetivo de desarrollar unos buenos abdominales no es necesariamente desarrollar músculos grandes, sino aumentar o mantener los niveles de tejido muscular magro(no graso). Para lograr este objetivo no necesitas hacer abdominales todos los días, solo con tres o cuatro sesiones a la semana será sumamente efectivo, realizando tres ejercicios de abdominales, con tres series por cada ejercicio, realizando tantas repeticiones como puedas.
Céntrate en el transverso del abdomen y en el bajo del abdomen al principio de la sesión ya que la zona baja del abdomen es la que antes se suele fatigar.

Comenta esta noticia exponiendo tus experiencias con el entrenamiento de los abdominales (haces algo de los aquí expuesto, nunca los entrenas, desconocías la información,...)

Artículo entrenamiento

Programa de entrenamiento ejemplo 1º Bachillerato. Es un ejemplo para comenzar a correr desde cero. Pincha sobre la imagen para ver el enlace.

martes, 15 de octubre de 2013

Las agujetas 2º ESO

LAS AGUJETAS


Es frecuente que vosotros, los alumnos, sobre todo los que hacéis poca (o nula) actividad física, os quejéis de las agujetas provocadas en los primeros días de clase por alguna de las actividades planteadas. También he oído esta semana la famosa pregunta de "¿qué tengo que hacer para que se me vayan las agujetas?" o el típico remedio que alguien intenta aplicar: "yo me tomo agua con azúcar".
 
El nombre de agujetas procede de la percepción que se tiene cuando las padecemos, ya que tenemos la sensación de que se nos están clavando agujas en el músculo. Además, hasta hace unos años se creía que se debían al ácido láctico que se libera normalmente durante el ejercicio y que al enfriarse el músculo tras el entrenamiento, se solidificaba y cristalizaba, haciendo que estos “cristales” se clavaran en las fibras musculares.
 
Dado que el ejercicio hacía disminuir el dolor, se entendía que el calor producido por el músculo hacía que los cristales se deshicieran. Sin embargo, hoy en día se sabe que esta teoría tan extendida es falsa ya que el ácido láctico no se cristaliza a temperatura corporal.
Causas

En realidad, las agujetas están producidas por un sobreesfuerzo de la musculatura que provoca micro roturas fibrilares (en las células musculares), lo cual da lugar a una reacción inflamatoria en el músculo afectado. El dolor característico es producido por la rotura celular, de manera que los elementos del interior celular se vierten al exterior.

Entre estos elementos hay iones de calcio y de potasio que son muy irritantes y muy dolorosos, lo que pone en marcha un mecanismo de inflamación, que llega a su punto álgido entre las 24 y las 48 horas después la realización del esfuerzo.

Asimismo, el dolor que aparece atiende, según los expertos, a dos razones: que la fibra muscular es débil y no es capaz de sostener el nivel de ejercicio, o bien porque se realiza un trabajo muscular cuando se está desentrenado y la fibra no es capaz de soportarlo.

Las zonas más afectadas por este dolor son las uniones musculares y los tendones cerca de las articulaciones, puesto que es la zona musculotendinosa donde existen más fibras musculares débiles y más tensión. De esta forma, las agujetas acaban con las fibras débiles, y las que consiguen aguantar la presión se vuelven más fuertes.

Las agujetas, aunque muy molestas y dolorosas, son también beneficiosas para nuestro cuerpo puesto que se convierten en un estímulo para nuestro organismo ya que provocan la creación de nuevas fibras en el músculo que se ejercita

Prevención

Las agujetas son parte de un proceso de adaptación muscular, por lo que lo único que se puede hacer para evitarlas es practicar ejercicio de forma progresiva. Muchos especialistas sugieren que la realización de ejercicios de calentamiento antes de lanzarse a la práctica de un deporte puede minimizar su aparición, pero lo cierto es que está teoría no está garantizada.

Por ello, si no se está en forma, hay que evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general, debemos evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio, tanto si se está en forma como si no.

Cuando un deportista baja su nivel de entrenamiento, muchas fibras musculares se atrofian, por lo que cuando comienza el entrenamiento las partes más débiles se rompen, se hace una selección de las mejores, como tenemos millones de fibras en cada músculo no hay problema.

De modo que para combatir las agujetas lo mejor es hacer justamente el ejercicio que las provocó (abdominales, estiramientos, etc.), de un modo gradual y sin hacer un sobreesfuerzo, sobre todo para las personas que lleven mucho tiempo inactivas.

Con respecto a la alimentación, los expertos señalan que tampoco parece tener una influencia clara en la aparición o no de agujetas el tipo de alimentos que se ingieran antes o después de practicar deporte.

Sin embargo, a pesar de que no se conoce ningún tratamiento ni medicación que termine con las temidas agujetas, los especialistas sí señalan una serie de pautas que pueden seguirse para aliviar sus síntomas.

En el caso del frío, éste sí es un buen antídoto para bajar la inflamación y puesto que en las agujetas se produce este síntoma, a veces basta con echar agua fría, o bien sumergir la articulación o la zona debilitada en una palangana con agua y algo de hielo.

También son recomendables los ejercicios de estiramiento, que deben realizarse nada más terminar la práctica deportiva, ya que activan la circulación sanguínea por lo que la sangre que llega al grupo muscular mueve la que se encontraba “atascada” en el músculo y, además, barre los productos de desecho (entre los que se encuentra el lactato) producidos por la práctica de ejercicio.

En cuanto a la dieta diaria, cabe destacar que si bien algunos deportistas cuidan su alimentación y toman frutas ricas en magnesio y potasio, como plátanos y aguacates, tampoco en este caso existe base científica para creer que el régimen alimenticio de un deportista influya en su propensión a tener más o menos agujetas tras un duro trabajo físico. Sin embargo, sí es cierto que una alimentación sana y equilibrada siempre es beneficiosa para el organismo.

¿Y qué decir de la creencia popular que consumiendo agua con bicarbonato o azúcar desaparecen las agujetas?
Hay que recordar lo que se dijo al comienzo de esta entrada para entender el por qué de este tópico incierto: hasta hace relativamente poco tiempo se consideraba como causa principal de la aparición de las agujetas la concentración de ácido láctico en los músculos y que éste daba la sensación de actuar como unos micro-cristales que se clavaban como “agujas” en el músculo y eso era lo que se suponía que provocaba el dolor.
El objetivo de tomar agua con azúcar o bicarbonato no era otro que intervenir en este proceso de acumulación de ácido láctico en el músculo y eliminar estos “cristales” mediante ésta ingesta. Lo que ocurre es que al estar desechada esta teoría, automáticamente ocurre lo mismo con el remedio. Por tanto es completamente inútil la toma de esta “poción”. Lo único que conseguimos, en todo caso, es hidratarnos y con la posibilidad de provocar problemas gastrointestinales.

Entonces, ¿qué tomar o qué hacer para disminuir estas molestias? Hay que volver, para ello, a la causa “real” de la aparición de las agujetas. Recordad: las agujetas son micro-lesiones musculares que se producen en el músculo no entrenado o sobrecargado, por tanto hay que actuar con esta premisa.
Ya se dijo , pero lo recordamos:
• Para prevenirlas: realizar un calentamiento inicial adecuado evitando esfuerzos que superen nuestro nivel de entrenamiento y con estiramientos exhaustivos (ver la entrada de la Flexibilidad).

• Para su tratamiento si éstas ya han aparecido: aplicar frío en la zona afectada, estiramientos sobre los músculos afectados y, atención, continuar practicando el mismo ejercicio que provocó su aparición de forma suave